martes, 2 de abril de 2013

Saltaría si tu me lo pidieses

Saltar, saltar al vacío, involuntariamente, sin reflexionar, inconscientemente, espontáneamente, irresponsablemente, por instinto, irracionalmente. En realidad no tengo argumentos lógicos ni improvisados. Solo se que lo haría sin pensarlo dos veces, saltaría, saltaría si tu me lo pidieses. Siempre he pensado que esto es todo lo que hay, me hice a la idea de que ya no se podía hacer nada al respecto. Pero entonces llegaste tu, con tus locuras y aquella sonrisa que nos surge tan solo al mirarnos. A tu lado aprendí que el quiere puede, que el que arriesga no pierde nada porque perdiendo también se gana; que el tiempo pasa, las oportunidades no vuelven y las palabras se las lleva el viento. nunca quise aceptar lo que me decías, pero ahora se que tenías razón, se que la sigues teniendo y aunque tu no escuches ni tus propios consejos, siempre estas ahí para que almenos yo pueda seguirlos. Ni aquel secreto que se llevo el viento mientras hablábamos por las calles bajo la lluvia, ni aquel momento que siempre pensamos que no sería importante, será capaz de dañarnos. Aquel tu y yo, acabó creando un nosotros, un nosotros que siempre estará ahí pase lo que pase. Y ya no tengo miedo, porque saltaré y sabré, que tu estarás esperando abajo.

domingo, 10 de marzo de 2013

Caes al agua pero no puedes salir

Cuando alguien se ahoga solo respira en el momento en el que va a perder el conocimento, se llama amnea voluntaria. No importa lo asustado que se esté porque el instinto de no dejar entrar agua es tan fuerte que uno no abre la boca hasta que su cabeza ya no aguanta más. Y cuando te tragas el agua la cabeza te deja de doler, ya no estás asustado... De hecho, estás tranquilo porque todo ha terminado.
Ahora siento mi vida cómo si cayese al agua, cómo si alguien me hubiera empujado a ella con tanta fuerza que no puedo salir. Pero no es solo una sensación, es cómo un ataque de pánico... Cómo si no pudiera respirar... Cómo si me ahogase. Y mientras me ocurre intento mantener la boca cerrada hasta el último momento, no quiero abrir la boca, no quiero tragar agua... Tan solo quiero salir y respirar.

martes, 5 de marzo de 2013

Aquello que me cambió

Y me cambió, cuando quieres a alguien tanto, cuando quieres a alguien con todo tu corazón, sin límites ni fronteras, no puedes olvidar tus sentimientos cuando te lo arrebatan. Sigues sintiendo algo muy profundo y si ya no puedes sentir amor... Se convierte en odio. Odio hacia aquel que te arrebató todo lo que tenías, todo lo que te importaba, todo lo que te quedaba...

martes, 12 de febrero de 2013

Una simple piedra tallada

Sabes... cuando pierdes a alguien ni las velas o las lágrimas podrán arreglarlo todo. Sí, puede que les haga sentir mejor, ¿Pero cuanto tiempo les durará eso? ¿Un día, una semana? ¿De qué les va a servir? Porque al final, cuando pierdes a alguien, ni plegarias a escondidas ni unas velas encendidas en el umbral de la ventana harán desaparecer nuestro dolor. Nunca podrán compensar el hecho de que en ese momento se crea un vacío en nuestro interior en el lugar que ocupaba esa persona y que tan solo dejará atrás una simple piedra tallada al lado de muchas otras en la que ponga su nombre y su fecha de nacimiento.

La primera última vez

Siempre han dicho que todos decimos que hay una primera última vez... la verdad es que estoy de acuerdo con ello, lo que pasa es que tan solo es algo que decimos y que normalmente no solemos cumplir y yo también soy una más de esas personas. Hemos de aprender a cumplir nuestras palabras porque cuando decimos basta, es basta y en ese momento, ya no hay vuelta atrás.