martes, 12 de febrero de 2013

Una simple piedra tallada

Sabes... cuando pierdes a alguien ni las velas o las lágrimas podrán arreglarlo todo. Sí, puede que les haga sentir mejor, ¿Pero cuanto tiempo les durará eso? ¿Un día, una semana? ¿De qué les va a servir? Porque al final, cuando pierdes a alguien, ni plegarias a escondidas ni unas velas encendidas en el umbral de la ventana harán desaparecer nuestro dolor. Nunca podrán compensar el hecho de que en ese momento se crea un vacío en nuestro interior en el lugar que ocupaba esa persona y que tan solo dejará atrás una simple piedra tallada al lado de muchas otras en la que ponga su nombre y su fecha de nacimiento.

La primera última vez

Siempre han dicho que todos decimos que hay una primera última vez... la verdad es que estoy de acuerdo con ello, lo que pasa es que tan solo es algo que decimos y que normalmente no solemos cumplir y yo también soy una más de esas personas. Hemos de aprender a cumplir nuestras palabras porque cuando decimos basta, es basta y en ese momento, ya no hay vuelta atrás.