Saltar, saltar al vacío, involuntariamente, sin reflexionar, inconscientemente, espontáneamente, irresponsablemente, por instinto, irracionalmente. En realidad no tengo argumentos lógicos ni improvisados. Solo se que lo haría sin pensarlo dos veces, saltaría, saltaría si tu me lo pidieses. Siempre he pensado que esto es todo lo que hay, me hice a la idea de que ya no se podía hacer nada al respecto. Pero entonces llegaste tu, con tus locuras y aquella sonrisa que nos surge tan solo al mirarnos. A tu lado aprendí que el quiere puede, que el que arriesga no pierde nada porque perdiendo también se gana; que el tiempo pasa, las oportunidades no vuelven y las palabras se las lleva el viento. nunca quise aceptar lo que me decías, pero ahora se que tenías razón, se que la sigues teniendo y aunque tu no escuches ni tus propios consejos, siempre estas ahí para que almenos yo pueda seguirlos. Ni aquel secreto que se llevo el viento mientras hablábamos por las calles bajo la lluvia, ni aquel momento que siempre pensamos que no sería importante, será capaz de dañarnos. Aquel tu y yo, acabó creando un nosotros, un nosotros que siempre estará ahí pase lo que pase. Y ya no tengo miedo, porque saltaré y sabré, que tu estarás esperando abajo.